miércoles, 16 de julio de 2008

New York una delicia


New York una delicia de dia la ciudad es preciosa ,de noche as0mbrosa,espectacular,no hay palabras para describir tanta belleza.Cuando subes al edificio de Rockefeller desde donde puedes comtenplar toda la ciudad de noche,se te aceleran las pulsaciones a velocidad de vertigo.
Desde esa altura da la impresion que los edificios se juntan, y tienes la sensacion que no existen calles,apenas se distinguen unos puntitos de luz que se supone son coches.
Una vez en la calle te das cuenta de lo enorme que es todo, avenidas anchisimas interminables y un largo etc. Solo mencionar por ejemplo la 5 avenida ,donde hay tal movimiento de gente y coches que impresiona, pero es genial pasear por sus calles, la gente es muy amable, tambien se puede disfrutar viendo los comercios, con escaparates verdaderamente originales.
Desde los rascacielos, qué podemos decir pues que hay que verlos in situ, los mas antiguos son preciosos, las fotografias no revelan todos los detalles de sus fachadas, sobre todo en la parte superior de los edificios.
Recomendamos hacer ejercicios de cuello antes de ver estas magnificas edificaciones.
Un saludo, el viaje ha sido muy largo y hay muchas cosas que contar. Pero eso sera otro dia.

3 comentarios:

El Guisante Verde Project dijo...

Nosotros también decimos que hay que hacer ejercicios de cuello, y llevar unos prismáticos, porque, al igual que sucede en las catedrales, realmente hay detalles curiosos en la parte mas alta de los rascacielos.
En cuanto a lo demás que comentas, qué vamos a escribir!, hay que verlo, y vivirlo.
Un saludo, y no olvidéis el sombrero, que este fin de semana os hará falta, seguro.

Maribel dijo...

Hola viajeros,
sensacional el debut, con las fotos para abrir boca y el entusiasmo por NYC que demostráis crecen las ganas de volver, y como siempre quedan cosas por hacer la próxima vez probaremos un "Deli". Disfrutad que aun queda mucho viaje viejis...

Unknown dijo...

Nueva York es como un bosque de secuoyas gigantes que parecen sustentar el cielo, con la misma naturalidad y majestuosidad que estos árboles lo hacen en el bosque, con la misma armonía, perfección y maginificencia que estos pueblan su hábitat, Nueva York crea su propio bosque urbano admirablemente proporcionado, y Central Park, del que nos gustaría oír hablar, su más amplio claro.