miércoles, 4 de febrero de 2009

Mis queridos libros

Siendo yo muy pequeñita tenia una extraña forma de jugar, pasaba mucho tiempo leyendo libros en voz alta, que estuvieran escritos en español o chino no tenia importancia. Leía con fluidez y gran estilo pasando las páginas.
Claro está, el tema de los libros y el idioma invención propia, como tiene que ser.Por este motivo decidieron en casa que eso no podía seguir así.

Me compraron un libro - para mí era un libro- pero en realidad era un abecedario con pequeñas frases y algunos dibujos, todo en blanco y negro, su caligrafía lo hacía muy distinto de los libros que yo había visto hasta entonces. Me pareció precioso, aquellas letras tan bonitas tendrían que tener nombre. Se lo pregunté al tío Julio y aquel mismo día aprendí parte del abecedario, en pocos días las pequeñas frases eran pan comido, esto fue un juego para mí, y aquél "librillo" el mejor juguete.
Unos años mas tarde vi en un quiosco unos libros que me llamaron la atención por su pequeño tamaño, eran de la Enciclopedia Pulga, dudé si comprar las chucherías que había pensado o uno de aquellos libros, estuve un rato mirando los títulos y por fin uno me "sonó" bien, La hija de Lagardere de Paul Feval.
No se cuantas veces leí esta novela de espadachines cuyos personajes me tenían embelesada. Aurora, Enrique Lagardere
, Felipe de Gonzaga tenían vida para mí.
Varios cambios de domicilio provocan que los padres se deshagan de muchas cosas , por este motivo no conservo ninguno de estos libros pero los recuerdo con mucho cariño, fueron muy importantes para mi niñez, disfruté mucho con ellos.

3 comentarios:

monikita nipone dijo...

Quiero una lista de todos tus libros favoritos, así que ya mismo te me pones a hacerla... Este post se sale de txulo. Me encanta, estoy a punto de llorar de felicidad. No he leído este libro, pero lo haré. Recuerdo algunos libros maravillosos en mi infancia: Corazón, de Edmundo de Amici y El libro de la selva. También me gustó mucho Jim y el melocotón gigante. Pero mi favorito es La historia interminable. Mmmm, veo que tengo un post aquí, un post paralelo...Je, je. Besos.

El Guisante Verde Project dijo...

Bueno, bueno, si que os habéis hecho de rogar..., pero ha merecido la pena la espera. La verdad es que os ha quedado un post muy, muy bonito, interesante, y revelador.
No tenía ni idea de lo que cuentas, aunque sí lo esa faceta de autodidacta, que hoy dia aun conservas, incluso utilizando las llamadas "nuevas tecnologías".
La motivación, la curiosidad y el interés son los ingredientes imprescindibles para el aprendizaje, y para mantener la mente despierta.

Maribel dijo...

Bien!!!,
es emocionante escucharos. Sobre todo cuando esta historia tan sencilla y tan reveladora merece estar en el top de los blogs. Nos pone a todos a pensar en nuestros libros favoritos, en la magia de las letras,en buscar en los desvanes esos textos polvorientos tan queridos. Recuerdo alguna colección de clásicos con dibujos magnifica, que fué pasando a primos más pequeños, y que fué toda una iniciación para mi afición a la lectura, y al dibujo, ¿qué son las letras sino unos dibujitos a los que damos significado?, Viva la lectura como juguete, y vamos a leer a Paul Feval...
Gracias tiramillas.